Desinsectación de madera
La madera es uno de los materiales de construcción más utilizados por el hombre a lo largo de su historia. Su gran valor decorativo y sus excelentes propiedades han hecho que fuera utilizada para diferentes aplicaciones. No obstante, como cualquier otro material, presenta ciertas limitaciones, debidas, en gran medida, a su naturaleza orgánica. Esta naturaleza orgánica puede ser atacada y destruida por organismos xilófagos, principalmente por hongos e insectos (tales como termitas, carcomas o polillas). Cuanto mayor sea el grado de humedad de la madera, mayor será el nivel de desarrollo de estos xilófagos. La reparación o reemplazo de las estructuras carcomidas requiere una gran inversión económica y, en el caso de bienes culturales y artísticos, los daños pueden llegar a ser irreparables.
Los métodos utilizados para combatir plagas se han basado desde el inicio en el uso de agentes químicos de acción insecticida, raticida u otros, en función del organismo causante de la plaga. Los primeros insecticidas de síntesis que se desarrollaron pertenecen al grupo de los organoclorados, que se caracterizan por una gran persistencia en el medio, lo cual tiene como consecuencia la contaminación ambiental del suelo, del agua y de la atmósfera, así como la presencia de residuos tóxicos en alimentos y agua potable. Eso ha determinado la prohibición actual de la mayoría de estos compuestos. Después aparecieron los organofosforados y los carbonatos, productos químicos de impacto ambiental más suave y de toxicidad bastante variable, y los piretroides, que tienen su origen en las piretrinas naturales. La principal problemática de estos compuestos es su toxicidad, que se desglosa en: - Toxicidad para las personas, tanto para las que las utilizan como en general para las que están directa o indirectamente expuestas. - Toxicidad para otras especies no objeto del tratamiento, hecho que puede dar lugar a desequilibrios ecológicos y a la eliminación de insectos, ácaros u otras especies útiles o de interés especial. - Toxicidad para los depredadores naturales de la plaga. - Otra desventaja de los productos utilizados en el control químico convencional es el desarrollo de resistencias en los insectos. Hay que tener presente, además, que estas resistencias se transmiten a los descendientes y eso agrava sustancialmente el problema. Por lo tanto, los sistemas químicos tradicionales, tanto líquidos como gaseosos, presentan carencias. Ante los líquidos, la madera se comporta como un material hidrófobo que no absorbe el producto, pudiendo éste llegar sólo a nivel superficial. Por su parte, los gases son peligrosos para la salud por su toxicidad (anhídrido carbónico, bromuro, fosfamina, etc.), quedando inutilizado el entorno durante el tiempo que dura el tratamiento.
Frente a estos sistemas, las soluciones que propone SAMI® ECOWOOD adquieren gran interés. El sistema SAMI® ECOWOOD elimina los insectos xilófagos tras el aumento de la temperatura de la madera mediante el uso de onda corta, constituyendo un instrumento eficaz, ecológico y no invasivo, que permite solucionar cualquier tipo de infestación de una forma rápida y segura. El sistema de ondas cortas no causa ningún daño, ni visual ni interno, a la estructura externa e interna de la madera. La eliminación de la infestación es total, incluyendo a los huevos. Las posibles aplicaciones incluyen techos, ventanas, vigas visibles y estructurales (ocultas), puertas, muebles, tarimas, cualquier revestimiento de madera.
Tecnología de onda corta
La eliminación de todo tipo de xilófagos, hongos y larvas de coleópteros que se encuentran dentro de la madera se consigue mediante el bombardeo de ondas de radiofrecuencia sobre la estructura celular de la plaga. El objeto a tratar es alcanzado por el haz de ondas cortas producido por el Magnetrón, con una frecuencia de 2450Mhz y con una potencia de hasta 1000 W. Este proceso de calentamiento puede elevar la temperatura más allá de los 100ºC, lo que resulta letal para los insectos sin alterar el material tratado. En función de la humedad que presente la madera, será posible que en tan sólo unos pocos minutos de tratamiento se garantice la total eliminación de los insectos, en cualquiera de las fases de desarrollo que se encuentren.
El tratamiento mediante el sistema de ondas cortas, utiliza la misma tecnología que la de un horno microondas convencional. La radiación que se emite se dirige a la zona infestada, calentando la madera desde el interior hacia el exterior. Las ondas electromagnéticas tienen dos componentes: el campo Eléctrico (E) y el campo Magnético (H), los cuales oscilan perpendicularmente el uno respecto al otro y son a su vez perpendiculares a la dirección de propagación. Las ondas electromagnéticas se ven incluidas por las propiedades de la madera al atravesarla, de modo que se atenúan y experimentan un cambio de fase o desplazamiento angular. El grado de desplazamiento de fase y la atenuación dependen del contenido de humedad y de la densidad de la madera. Cuando el campo electromagnético oscila, la polaridad cambia de acuerdo a la frecuencia. Las moléculas polares en la madera tratan de oscilar en fase con estos cambios. Estos movimientos inducidos serán frenados por las fuerzas de fricción, lo que genera una producción de calor en el material, como resultado de la conversión de la energía electromagnética en energía térmica. De acuerdo con la ley de conservación de la energía, la cantidad total de energía en un sistema aislado permanece constante. Sin embargo, puede cambiar de forma. Por ejemplo, la fricción convierte la energía cinética en energía térmica. La profundidad de penetración se ve afectada por las propiedades dieléctricas de la madera. Superior densidad y grado de humedad dan como resultado una disminución en la profundidad de penetración de energía. Cuánta más humedad presente la madera, mayor cantidad de energía electromagnética podrá absorber. La cantidad de energía necesaria para variar la temperatura se define mediante el calor específico de un material. En el caso de la madera, este calor específico se ve influido positivamente por la humedad, la densidad y la temperatura.
Cómo funciona la tecnología de ONDA CORTA?
En la misma forma que con los hornos de microondas convencionales, la corriente eléctrica se convierte en radiación electromagnética. Cuando las olas llegan a la estructura celular, tanto de la madera y de las plagas que viven allí, el movimiento de vibración afecta a las moléculas de agua en la zona; Por lo tanto, las temperaturas se incrementan y las plagas se mueren.
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